Ubicación: Se pueden tener como plantas de jardín, exteriores o plantarse en macetas para colocarse en interiores.
Luminosidad: Requiere lugares de semisombra, ya que la exposición directa de la radiación solar durante largos periodos de tiempo puede dañar la flor.
Riego: Es una planta muy sensible al encharcamiento, por lo que requiere riegos frecuentes pero poco abundantes para mantener el suelo constantemente húmedo. Un exceso de agua puede provocar la pudrición de los bulbos.
Temperatura: Los Narcisos requieren temperaturas suaves, aunque toleran temperaturas bajas siempre y cuando no sean muy extremas.
Los problemas que pueden afectar a la planta:
Los Narcisos pueden tener una gran variedad de plagas y enfermedades, por lo que se debe tener mucho cuidado al cultivarlas en casa. Gusanos, moscas, mosquitos, ácaros, ratones, pulgones, caracoles y babosas son los animales que más suelen plagar estas plantas. Su acción sobre la planta puede ser variada, desde crear surcos en los bulbos y comerse las flores, hasta la muerte de la planta. Por otro lado, las enfermedades se conocen en base a algunos hongos como la socarrina y la roya.
Multiplicación: La propagación del Narciso se puede llevar a cabo mediante división de bulbos. Una vez recolectada la flor, se dejan marchitar las hojas durante un periodo de tiempo para que engruese el bulbo y alcance un tamaño comercial.
